Los callos son una hiperqueratinización localizada, con un núcleo más denso en parte superior y lados de los dedos del pie (frecuente en articulaciones), muy dolorosos si presionan terminaciones nerviosas. Se originan por un calzado inadecuado, por el roce y presión sostenidos, en zonas que no soportan el peso del cuerpo. Aparece enrojecimiento de la piel, con sensación de escozor y picor. Si el roce persiste, se forma una dureza que acaba convirtiéndose en un callo. La mejor forma de prevenir la aparición de los callos es eliminar la causa de la presión o roce, y por tanto es indispensable el uso de calzado cómodo y apropiado.
Modo de empleo
Se recomienda colocar sobre la zona a proteger.
Indicaciones
Indicado para aliviar el dolor de los callos.
Contraindicaciones
Conservar en un lugar fresco y seco. Mantener fuera del alcance de los niños.